En el Carballo Interplay, creemos que en Internet se pueden crear grandes cosas: desde medios de comunicación que van más allá del mainstream para aportar nuevos puntos de vista, hasta centros de producción de saberes completamente gratuitos y abiertos a todo el mundo.
Aunque concebimos y queremos una red para compartir, cuidar, reír, apoyar y aprender, a veces, como reflejo de la sociedad en la que vivimos, Internet también puede ser un lugar muy hostil para las minorías o albergar un montón de discursos de odio, fascistas o machirulos. “Amiga, yo te cuento” es un espacio seguro para hablar de cómo navegar y fulminar esas hostilidades y seguir siendo y opinando hasta que no existan esas barreras. Un sitio en el que poder reflexionar sobre los fenómenos culturales que nos gustan sin perjuicios, desde el presente o desde la nostalgia.
Porque nuestras ponentes de ‘’Amiga, yo te cuento’’ hablan cinco segundos y son capaces de dejarte pensando horas. Pocas personas más guays os encontraréis en la red, PROMETIDO.

EXCOMPLICE/CULOMALA
Alejandra es una artista digital de 27 años nacida en Bilbao, actualmente residente en Madrid. Trabaja sobre los juegos incómodos que interfieren en la lectura intrapersonal y relacional. Utiliza la síntesis como herramienta comunicativa, dando espacio al guiño poético de los conflictos emocionales internos. Comunicando desde lo incómodo, convierte la curiosidad en un arma introspectiva para así crear portales hacia la reflexión. Para ello, trabaja a través de inteligencia artificial generando vídeos e instalaciones donde la nostalgia y el pensamiento te sumergen en sensaciones concretas.

ESTELA ORTIZ
Analista cultural y comunicadora, especialmente de todo lo que tenga que ver con la cultura digital, audiovisual y el feminismo. Hago radio en ‘Els Experts’ de iCat.fm y en el podcast ‘Sabor a WIFI’. En YouTube hago videoensayos analizando fenómenos culturales tan diversos como Shrek, el reguetón o los cryptobros.

PROYECTO UNA
Proyecto UNA es una colectividad millennial cuyo cometido es desenmascarar las nuevas formas de fascismo que se ocultan bajo simbología aparentemente inofensiva, así como reconocer y dar valor a las alianzas feministas forjadas al calor de los píxeles. Desde lo popular y lo comunitario, investigan acerca de las guerras culturales de poder en los medios, Internet y la realidad analógica. Están dispuestas la reírse a carcajadas desde la barricada, porque les va la vida en ello.